Desde hace semanas que este libro lleva trayéndonos una buena dosis de salseo en Twitter, y, sinceramente, de no haber sido por esos tweets no hubiera considerado leerlo.
No tengo nada en contra de las autoras, he visto uno que otro vídeo de ambas y prácticamente no las conozco, por lo que me limitaré hablar de mi opinión acerca del libro en su totalidad, nada más.
Desde que lo comencé ya tenía una idea preconcebida de lo que me encontraría en la novela; cliché tras cliché.
Es cierto que las novelas juveniles suelen basarse casi siempre en el mismo concepto, pero es la manera en que los autores logran desarrollarlo lo que determina si es o no una más del montón, y, en definitiva,
Besos entre Líneas se queda al fondo del barril.
La edición que leí, en electrónico, está llena de faltas ortográficas y de puntuación. A ver, que a cualquiera se nos puede pasar una coma o un acento, pero estamos hablando acerca de un libro publicado por una de las editoriales más conocidas y destacadas del habla hispana, cualquiera pensaría que por lo menos tratarían de darnos un buen resultado en ese aspecto.
Normalmente me gusta encontrarme con referencias en los libros que leo, gracias a ellas descubro nuevas lecturas, canciones, películas y más, pero lo que hicieron en
Besos entre líneas fue hace una masacre.
Dos o tres referencias hacia novelas no matan a nadie, pero encontrarse con ellas en cada página (más un párrafo acerca de la opinión de Emma) hacia de esto algo cansino y tedioso, y no exagero, hay un océano de referencias hacia la literatura juvenil.
Lo único que se logra con estás referencias es resaltar el desesperado intento de dejar en claro de que Emma es una empedernida hacia la lectura.
La novela está llena de incoherencias, tanto en el tiempo en que se sitúa la historia como en la sarta de sandeces que te suelta la protagonista.
En un momento estamos en medio de la presentación del primer libro de The Raven Boys (2013), y después se menciona El Chico de las Estrellas (2016).
También está el gran salto temporal que la historia da en apenas los primeros capítulos, ya que al parecer cuando Eric no está presente en la vida de Emma, sus momentos personales son irrelevantes para la historia.
La trama, prácticamente inexistente, da vueltas alrededor de la obsesión de Emma con Eric.
La relación entre estos dos personajes es
instalove en estado puro, además de considerarse dañina en todas sus reglas.
Desde el momento en que se conocieron, Eric invadió el espacio de Emma, no tomando en cuenta sus límites, besándola sin su consentimiento y metiéndole una bolsa de marihuana en el bolsillo.
¿Pero saben qué es lo peor? El hecho de que se nos trate de pintar está relación como algo de ensueño, porque si un chico te trata mal o descarga sus arranques de ira en ti sin razón aparente, significa que te quiere.
También se trató de introducir a un personaje de la comunidad LGTB, pero al momento de presentárnoslos desaparece de la historia casi al por completo. Otro señuelo para demostrarnos lo taaan abierta de mente que es la protagonista.
No me encontré con ningún personaje destacable, cada uno de ellos está hecho con el propósito de formar parte del mundo de la protagonista a modo de relleno. No tienen personalidad ni palabra, TODOS son iguales.
La familia de Emma tan sólo está allí como medio de comparecencia hacia la protagonista, para hacernos recordar lo mal que la ha pasado a lo largo de su vida y de lo fuerte y valiente que es.
Y también está Eric.
El guapo, hermoso, precioso y atormentado Eric. ¿Ya les dije lo guapo qué es? Por si no les ha quedado claro, me voy a hacer una de las de Emma y repetírselos cada tres por dos, para que no hayan dudas.
Eric es el típico estereotipo de chico malote atormentado de la vida, que por fuera demuestra ser un capullo pero que en realidad lleva un corazón de oro por dentro. NEXT.
Oh, y como olvidarnos de
Gabriel sangre-caliente, nacido en México que, según el libro, queda en SUDAMÉRICA.
Como no podía ser de otra manera, este personaje se nos introduce como el tercero en discordia, tratando de agregarle más "interés" al triángulo amoroso (claro, además de pasarse toda la novela diciendo
neta, padre, chido y hablando un
spanglish muy fluido)
Publicaciones como está me hacen pensar en lo tan poco valorados que nos tienen a los jóvenes. Obviamente la editorial buscaban un beneficio netamente monetario con está publicación, y lo están obteniendo, a cuestas del prestigio que solía otorgárseles.
En fin, siento que he descargado la mayoría de las cosas que tenía que decir acerca de este libro, seguramente me ha faltado explayarme en varios puntos, pero lo dejaré ahí para no hacer de está una entrada eterna.
Me despido con algunas de las joyitas de Emma:
"Lys no dejó de ir al psicólogo a pesar de superar la anorexia. Logro que, por cierto, según ella, fue gracias a mí."
Con hermanas así para qué enemigas.
“—Déjame adivinar: ese día decidiste autolesionarte cada vez que querías leer un libro y no te dejaban.
—No, tonto —me río—. Desde entonces tengo una cicatriz a un lado de la cadera que me recuerda lo friki que soy."
Ya.
“—¡El fuego está dentro de mí! ¡Estoy en llamas! ¡Como Katniss Everdeen! —le digo con efusividad abriendo los brazos en cruz y mirando al techo."
Sin comentarios.
"Yo sgo Booktube dsd hace 100 años. ¿ola? ¿vivis n l Tierr?
Oysf Em, si taghnto te gusta la idhbea. ¿Por qu no te creahbs tú un9 canalv?"
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